VISITAS

viernes, 6 de septiembre de 2013


El cotillón del amor no es parte del todo…

“Vos querés el cotillón. Todo el humo. No querés amor”. Cuando amor es el acto de demostración…cuando demostrar parece ser un problema.

¿Cuántas maneras de amar a alguien conoces? “Lo mismo que tantas personas existen”, contestaría yo.  La demostración de amor está estructurada según la manera de ver al otro en cada uno de nosotros. A mí sí, me gusta el “cotillón”.

A mí me gustan las acciones con palabras y las palabras con acciones. No logro concebir las cosas por separado. Me gusta el mimo y la llamada de atención. A mí me gusta el “cotillón” acompañado de todo lo que para mí implica amar.
Es verdad que cada vez que pasa el tiempo, descubro que no existe la incondicionalidad en ningún tipo de relación y me convenzo que justamente lo más lindo que existe es que haya condiciones para crecer en la vida, para crecer con el otro y con vos mismo. Imagínense estar “incondicionalmente para alguien”. ¿Dónde nos ubicamos nosotros? Sería una locura. Pero hoy, parece que decirle “te amo” a las personas que tenés a tu alrededor es un acto de valor, una situación incómoda, como si te picara el cuerpo y tendrías que disimular rascarte. Para algunos no es fácil demostrar y para otros es como levantarse a la mañana.

Y divago en pensamientos preguntándome ¿Quién puede definir que es o no “cotillón” para el amor? ¿O cuál es la manera correcta de amar? Nadie…nadie puede hacerlo. Nadie porque él va amar distinto a vos, porque yo voy amar con otro tipo de intensidad y para cada uno SU manera de amar es la verdadera…no existe una única forma ni estilo…no lo hay.

Para mí todo acto que demuestre cariño…es parte del amor. No puedo considerar “humo” a ninguna acción que me saque una sonrisa…porque el humo se genera por la ausencia de una combustión incompleta, y si por cada “guirnalda” yo voy armando mi rompecabezas…siento estar completándome de apoco en vez de asfixiarme con su suspensión. Algo no tiene sentido…

Para mí el cotillón en el amor es necesario. No es el amor, pero lo completa…

En estos tiempos amar sin vergüenza es el desafío de nuestros días…es entender que el otro se hace por uno y uno por el otro. La presencia del “cotillón” no anula la esencia del amor…sino que fortalece el lazo… lo hace invencible.

Entonces cuando llegan tus últimos días y reconoces el amor que despierta cada una de las personas a tu alrededor y te animas a decirle “te amo…” una sonrisa del otro lado del cielo te estará agradeciendo y venerando tu valor. Entendiste que de eso se trata querer...y que muchos corazones están abiertos para recibirte.

Siempre tenes la posibilidad de expresarte...no todos saben cuando ni donde, lo importante es hacerlo.



En tu memoria y por el orgullo de mi amiga.
Muchas gracias.

Daniela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario